HISTORIA

Treinta millones de mujeres en el mundo demuestran que el fútbol también es su juego. La impresión predominante es que el fútbol femenino es muy activo, entretenido y que progresa continuamente.

El fútbol femenino ha alcanzado ya la cifra de 40 millones de practicantes. Este enorme crecimiento en todo el ámbito mundial ha provocado que la FIFA se vuelque con su fomento e impulso, a través de las distintas asociaciones nacionales A lo largo de los noventa, la expansión del fútbol femenino ha batido récords de crecimiento. Nunca antes un deporte había obtenido un desarrollo tan vertiginoso a escala mundial. Si bien en Europa es practicado desde los años setenta, el puntapié inicial del fútbol femenino fue dado por las noruegas en el Congreso de FIFA de 1986, en México, cuando se disputó el Mundial. Las mujeres nórdicas reclamaron la atención para la rama femenina del fútbol y el entonces presidente de FIFA, el brasileño Joao Havelange, accedió a la realización de un torneo experimental que tuvo lugar en 1990, en China. El éxito fue tal que al año siguiente, también en China, el fútbol femenino quedaba oficializado por FIFA en el primer mundial que consagró campeona a la selección de Estados Unidos.

 El otro paso fundamental que terminó de incorporar el fútbol femenino a la superestructura del deporte universal fue dado en Atlanta 96.  La experiencia  fue todo un éxito, ya que las mujeres consiguieron marcar más goles que los hombres, cometieron menos faltas, jugaron un tiempo útil superior y, por si fuera poco, recaudaron más dinero, dado que en Estados Unidos es preferido el "soccer" femenino al masculino.

Estados Unidos es el ejemplo más evidente del éxito del fútbol femenino. En Atlanta, una media de 78.000 espectadores presenció los partidos de mujeres, dato indicativo del tremendo potencial que tiene el país norteamericano, que cuenta con 13 millones de jugadoras.

Japón, Europa, Estados Unidos y China son los centros de mayor desarrollo del fútbol femenino. En Japón, actualmente, una futbolista de la Liga percibe un promedio de 50 millones de pesetas al año. Las zonas de mayor retraso del fútbol femenino corresponden a América Latina, Africa y los países asiáticos del Islam. Aún así, la FIFA espera que poco a poco, gracias a la evolución general que está teniendo la mujer en otros campos, aumente el número de practicantes femeninas en el fútbol. El presidente del máximo organismo del fútbol mundial, Joseph Blatter aseguró que en el año 2010 podía haber tantas mujeres como hombres jugando al fútbol.


 

RFEF

 

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